Este lugar cuenta con 50 ranchos de comidas típicas alineados a lo largo de 400 metros, donde sigue vigente la modalidad del “trueque” de productos. Sus fieles vendedores de todos los sábados canjean sus productos ante la mirada azorada de los visitantes que no imaginaron una docena de huevos o un lechón como moneda de cambio en el comercio local. En las vacaciones de invierno, se realiza en dos sábados consecutivos, una verdadera fiesta que trascendió las fronteras de la provincia y el país que es la Fiesta Nacional de la Feria.