Es un poblado de intensos atractivos turísticos, emplazado en un valle semiárido surcado por el río Belén. Rodeado del típico paisaje serrano, surcado por montañas y quebradas.
Entre sus fértiles tierras, se cultiva la nuez, la uva y el anís. En cuanto a fauna, preponderan las vicuñas y las llamas.
Uno de sus atractivos más característicos son las artesanías, principalmente del tejido que le concede a todo el departamento la categoría de “Cuna del Poncho”.
Belén ofrece al visitante: monumentos históricos, museos, antiguas iglesias, yacimientos arqueológicos, festividades folklóricas, las Ruinas de El Shincal, baños termales y pequeños poblados cercanos.